« El anhelo de recuperar la perfección que hemos perdido, el impulso que nos urge
a manifestar la mayor nobleza en nuestras acciones y en nuestra manera de ser, a expresar
lo más hermoso de que somos capaces, es el impulso creador que motiva todo
logro elevado. Nos esforzamos, en verdad, por alcanzar la perfección en este mundo
porque anhelamos recobrar nuestra unidad con Dios. »