Por Sri Daya Mata, del libro El Gozo que buscas está en tu interior.
El mensaje de Jesucristo es tan importante, vital y aplicable hoy en día como lo fue hace veinte siglos. La Navidad debería recordarnos ese mensaje imperecedero e inspirarnos nuevamente con la evocación de la bienaventurada vida de Jesús.
(..) ¿Por qué adoramos a Jesucristo? Ciertamente, no es por los logros mundanos que con frecuencia se asocian al éxito en el plano terrenal: Jesús no poseía bienes o riquezas materiales y tampoco tuvo una educación formal. Él experimentó lo que significa luchar y sufrir; sus amigos le abandonaron y fue crucificado. Sin embargo, gracias a que su conciencia moraba en Dios y al resplandeciente ejemplo de dulzura y humildad que fue su vida, Jesús ha perdurado como una fulgurante estrella de Oriente que ilumina los cielos de todos los seres humanos; no sólo de quienes han abrazado la teología externa del cristianismo, sino de todas las almas del mundo que se esfuerzan intensamente por conocer a Dios.
Yo solía pensar que Jesús era un extraño, un ser a quien era imposible acercarse porque estaba por completo fuera de mi alcance. Pero el Maestro se refirió a Dios y a Cristo con palabras tan sencillas, sinceras, personales y fervientes que todos sentíamos que también nosotros podríamos comunicarnos y relacionarnos con Ellos de una forma personal.
Compartiré con todos los aquí reunidos algunas reflexiones referentes a la Navidad expresadas por nuestro Gurú en 1935. Cuando estuvo en la India, nos escribió:
“Amados devotos y amigos de Self-Realization Fellowship:
En esta sagrada época navideña, mi cuerpo se encuentra lejos, en la India, y por lo tanto celebraré la Navidad con ustedes en el gozo de Cristo, o en el gozo de Krishna (como se lo conoce en la India), siempre omnipresente en sus corazones…
Mi Krishna y mi Cristo, unidos siempre en el Espíritu, nacerán otra vez en mí, en el nuevo gozo que experimentaré al amanecer del día de Navidad.
Qué otro presente podría ofrecerles en este momento, sino el más precioso de todos los regalos: el gozo de Cristo y de Krishna unidos, que recibiré en la alborada de la Navidad y que les enviaré a través de mi meditación profunda.
Sumérjanse profundamente en su Ser interior, y busquen en las enmarañadas raíces del árbol de su devoción, enterradas en el suelo de la meditación, mi oculto obsequio supremo, atado con la cinta dorada de mi recuerdo siempre ardiente del amor que todos ustedes me profesan”.
Quiera Dios que cada Navidad experimentes la divina Conciencia Crística en tu propia conciencia. Pues tal como Guruji afirmó:
“La Navidad aspira a ser una celebración por medio de la cual el devoto pueda encontrar el espíritu de Cristo manifestándose en su propia conciencia. En la Navidad que se aproxima, piensa primero cómo puedes comulgar profundamente con Cristo. El propósito de observar el aniversario de su nacimiento consiste en pensar profundamente en aquel cuya vida ha sido venerada por la humanidad a lo largo de veinte siglos”.